Saturday, April 25, 2020

Fuerza pública y Covid-19 en Toluca


En Agosto de este año cumplo mi “mayoría de edad”  en Holanda. Bueno la verdad es que soy mucho más viejo pero a lo que me refiero es que ya tendré 18 añitos viviendo acá. Pues no recuerdo haber visto en estos 18 años ni en los 25 que viví en México algo como lo que he visto en redes sociales en los últimos días en referencia al uso de la fuerza pública en Toluca. Quizás lo más cercano que recuerdo es cuando en el periodo de Peña Nieto como gobernador, éste hizo uso de la fuerza pública en Atenco en relación a los “disturbios” por el polémico aeropuerto ahora cancelado.

Sinceramente ya se me hacía raro que no hubieran hecho uso de la fuerza pública para obligar a los comercios a cerrar y a los ciudadanos a permanecer en sus casas y salir de las calles cuando "no se tiene una razón" para estar en ellas en medio de una pandemia global. Después de todo van más de 200,000 muertes a nivel mundial atribuidas al COVID-19 hasta hoy, más las que se acumulen y desde luego teniendo en mente que este número está con toda seguridad subestimado. Para poner la pandemia en perspectiva, al día de hoy ya es del tamaño de la de la “fiebre porcina” que en Holanda se bautizó como la “fiebre Mexicana” provocando el disgusto de los mexicanos radicados en Holanda y hasta una queja oficial de la embajada de México en los Países Bajos.

Es muy comprensible el deseo de las personas de continuar con sus actividades económicas. Muchos no tienen más opciones que salir a ganarse la vida día con día y un cierre de la actividad económica de esta magnitud desde luego genera un impacto negativo terriblemente duro para un gran número de personas. Así pues, las personas si teinen un motivo para estar en la calle en medio de una pandemia global.  Aun así las autoridades (que en teoría la mayoría elegimos) decidieron una estrategia para hacer frente a la pandemia y muchos (muchas veces por razones justificables, otras no tanto) pensaron que las reglas no aplican para ellos. Y (según algunos reportes) decidieron enfrentarse a la policía antes que parar con sus actividades económicas. En el país vecino del norte algunos inconformes han decidido manifestarse armados (recordemos que portar armas es un derecho constitucional en los Estados Unidos de Norteamérica). Afortunadamente en México portar armas (de ese calibre) no es un derecho constitucional.

La respuesta de las autoridades en Toluca fue pues el uso de la fuerza pública. Desde luego ahora como aquella vez en Atenco los guardianes del orden se excedieron ¿Qué se puede esperar de un cuerpo poco capacitado, tristemente de baja educación y que además es parte de esa población mal pagada y que sobrevive con poco (al menos en comparación con otros servidores públicos)?


Anécdota

Y es que como dicen por ahí, los mexicanos también podemos ser de mecha corta. No somos los únicos. Ejemplifico. Cuando todo el drama empezó en Holanda, pues los padres naturalmente empezamos a tomar medidas para ajustarnos al hecho de que l@s chav@s continuarían con su educación en casa. En el grupo de Whatsapp del salón de mi hijo había una mamá que estaba particularmente preocupada por lo que estaba sucediendo. Llevaba varios días compartiendo noticia en el grupo acerca del desarrollo del virus en Asia y medio oriente y haciendo un llamado a los demás padres a que no mandáramos a nuestros hijos a la escuela (aun significativamente antes del paro oficial). Una vez que se dio el parao, una de las primeras medidas sería recoger el material de trabajo de los niños en la escuela, libros y libretas básicamente. Esto se haría por horarios de acuerdo al apellido del niñ@ en cuestión. Así es que todos fuimos a recoger el material en el horario asignado.

Todos, excepto la familia del niño cuya mamá estaba particularmente preocupada mencionada anteriormente. Su familia estaba (o esta, lo se con certeza) en un confinamiento extremo. Por el grupo de Whatsapp pidió que le mandaran copias digitales de todo el material porque ella, ni nadie de su familia, se arriesgaría a salir de casa por ningún motivo. Naturalmente, muchos de mecha corta, desde luego (y esto no será una sorpresa para muchos) incluyéndome a mí, nos molestamos bastante con su actitud. ¿Cómo se atreve a pedirnos algo así cuando nosotros ni nos estamos “arriesgando” a ir para colectar los materiales? ¿Qué acaso valemos menos que cualquier miembro de su familia? Hubo un par de mamás que de plano le hicieron ver su desacuerdo (más o menos en las líneas de las preguntas anteriores) a esta señora en términos nada amistosos en el grupo de whattsapp. La mamá en cuestión después de un par de intercambio de mensajes termino por salirse del grupo de la aplicación.  

Hasta aquí nada me pareció sorpresivo. Lo que si me sorprendió es que en instantes varios papás salieron en defensa de la mamá. Argumentaban correctamente que todos reaccionamos de manera diferente ante una situación sin precedente en el mundo como la que estamos viviendo. Que debemos de tratar de ser solidarios con nuestros conocidos especialmente en momentos tan difíciles y que este tipo de intercambios deberían tratarse de manera individual y no en el grupo. Que tenemos que ser empáticos en sociedad y que debemos también ser compasivos. Que deberíamos buscar la manera de hacerle llegar los materiales necesarios ya que el menos culpable era el niño.

Tenían razón. A los mexicanos (o a quizás a mí en particular) nos cuesta mucho trabajo pensar en esos términos. No sé porque. Quizás son años acumulados de desconfianza, el producto de un sistema social y educativo o quizás simplemente soy yo.

Para explicar porque algunos padres reaccionaron diferente, algunos sociólogos dirían que ese comportamiento se debe a la fuerte influencia calvinista en el pensamiento popular holandés: hay que ser compasivos, trabajar duro, austeros, ahorradores, directos, disciplinados y suprimir el placer.

Comentario final

Yo creo que el uso de la fuerza pública era tristemente necesario dadas las condiciones en México. No creo que hubiera sido necesario llegar a los niveles que se llegó. Qué lástima que se dé con excesos. Aunque sinceramente rara vez se da de otra manera. Si hubiera sido un operativo ordenado por el gobierno federal ya me imagino la indignación que estaría inundando las redes sociales, y otros medios por tan extrema medida propia de dictadores comunistas. Ojala que no haya necesidad de repetirlo ni de escalarlo.

¡Saludos a todos y permanezcan sanos!



1 comment:

  1. El exceso de la fuerza pública fue una realidad, derivada del irresponsable enfrentamiento de los ambulantes y sociedad con la fuerza del Estado. Mucha gente que vive en la informalidad tiene que seguir trabajando porque si no lo hace, COVID-19 no los matará, los matará el hambre. Ellos no tienen ahorros, no es la cultura económica que impera, tienen deudas, impagables muchas veces. El problema social que se avecina es preocupante, ¿quién no robaría para alimentar a sus hijos?. México es muy diferente a Holanda. México tiene mucha pobreza y desigualdad. Ni COVID-19 ni la chingada detendrá a la gente en su búsqueda de alimento, verán la forma, algunas lícitas y otras no, nuestro gobierno está ausente, no puede, no sabe, no actúa y mientras los contagios aumentan, los hospitales secsaturan y la gente muere...

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