Wednesday, March 13, 2019

A poco más de 100 días el bueno, el malo y el feo (o los tres huastecos en mexicano)




En 2018 México votó harto de un sistema corrupto, un país inseguro y una sociedad tremendamente desigual. Se votó apabullantemente por la opción que entonces (y quizás ahora también no veo porque no creerle al Universal que el presidente está a tope de aprobación) la gran mayoría percibe como la mejor opción viable.

Los primeros días de gobierno iniciaron con gran intensidad. El nuevo gobierno encabezado por AMLO anunciando y llevando a cabo fuertes cambios, y los demás expresándonos desde nuestros espacios. A poco más de 100 días, me atrevo a lanzar mi opinión con respecto a lo que percibo como el bueno, el malo y el feo del nuevo gobierno.

Juan de Dios

Sin duda para mí lo mejor del nuevo gobierno es que está gobernando pensando en un sector históricamente olvidado en México. Según cifra del CONEVAL (de 2016) 53.4 millones de mexicanos son pobres. El nuevo gobierno está gobernando pensando en ese sector olvidado de la población muy probablemente porque Lopez Obrador lo conoce perfectamente. Por ejemplo el deshacerse de lujos superfluos (aunque el dichoso avión aún no se ha vendido) que solo señalaban la brecha entre los tocados por alguna suerte de decreto divino y los otros 53.4 millones o el intentar cerrar la brecha salarial son señales inequívoca de que el nuevo gobierno está pensando en ese sector. Pensar en ese sector es positivo ya que ningún gobierno anterior en muchos años lo ha hecho seriamente. Desafortunadamente no es suficiente. Que se esté gobernando adecuadamente o no para aliviar las carencias de este sector es debatible y si la política será eficaz o no, lo sabremos con un poco más de tiempo.

Lorenzo

En mi opinión, lo malo de este nuevo gobierno es que en su afán por concentrarse en ese sector olvidado del país desdeña cualquier idea de “modernidad” que no esté alineada con la suya propia. Ejemplos hay varios y el más visible y doloroso para muchos de nosotros es la absurda cancelación del NAIM y la forma ridícula en la que se le trasladó al ciudadano la responsabilidad por la decisión.
Igualmente el gobierno demuestra desdeño por una política energética moderna. Desde mi opinión las refinerías son necesarias, personalmente estoy a favor de su construcción y modernización. Sin embargo esa política sin otra clara de transición a renovables no va a solucionar un problema real que tenemos en México en materia energética y ambiental.

En mi opinión la “oposición” también comparte esta característica con el nuevo gobierno. Como el dichoso tren no fue “idea suya” es una mala idea. La “modernidad” no está peleada con la política medio ambiental. Hay que darle la bienvenida a ambas.


Victor

Lo feo desde mi punto de vista son las formas y aquí la lista puede ser más larga que en los puntos anteriores. Solo por poner algunos ejemplos. ¿Quién se aguanta aún las conferencias diarias de López Obrador? Uf, van poco más de 100 días y su protagonismo ya nos tiene agotados a varios. Si nadie duda que chambea. Quizás quien lo duda es él mismo.

Recientemente salen artículos de como López Obrador es meticuloso en gobernar para preservar el poder. Y los autores se desgarran las vestiduras por ese hecho. Cómo si el objetivo de cualquier político fuera otro. La función de utilidad que intentan maximizan los políticos está dada en número de votos. Resulta que en las democracias de Europa del Norte principalmente, el número de votos es una función de alguna medida de “bienestar social”. ¡En México no! A esos 53.4 millones les importa poco el “bienestar social” porque están demasiado ocupados tratando de no pasar hambre. Cualquier político que quiera optimizar su función de utilidad debería ser capaz de ver esto.

Y nuevamente la “oposición” también contribuye con sus formas. Esa “oposición” que le aprobó en segundos y sin mayores recomendaciones la Guardia Nacional al nuevo gobierno. ¿Y qué hay de nosotros como sociedad que seguimos descalificándonos unos a otros como chairos, dere-chairos y demás adjetivos que contribuyen a una sociedad preocupantemente dividida?

Estudios futurológicos

Y ya para terminar me voy a animar a dar un escenario posible (aún no me atrevo a ponerle probabilidad) para el sistema político mexicano. El PRI no se recupera en los siguientes 3 años del golpe electoral del 2018. Los pocos que quedaban en el partido terminan por abandonarlo. La mayoría se acomoda como un buen número de sus predecesores en MORENA, algunos en el PAN, en otros partidos menores y el resto de plano se va por la libre.  MORENA permanece en el poder gobernando ligeramente más a la izquierda que su antecesor y extinto PRI por al menos 2 términos adicionales a Lopez Obrador para después ceder el poder al longevo y resiliente PAN (o quizás a algún nuevo partido). Los mexicanos después de 18 años seguimos preguntándonos cómo terminar con la corrupción, inseguridad y desigualdad en nuestro país (que en realidad no es nuestro).

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